Padres y profesionales abran sus ojos y lean ¡estén atentos! les traje prontamente los secretos más importantes que se escribieron en muchos años en consideración a la integración sensorial.

INTRODUCCIÓN
La integración sensorial hace referencia a la manera en la que nuestro sistema nervioso recibe la información. Recibimos, interpretamos, y regulamos la información que llega de nuestros sentidos. Nuestro sistema nervioso responde generando respuestas motoras y de comportamiento adecuadas.
La incidencia de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) que tengan características sensoriales atípicas oscila entre el 45% y el 96%.
Las personas con TEA pueden presentar dificultades en asociar estímulos que pertenecen a modalidades diferentes y son presentados simultáneamente.
La integración sensorial facilita la capacidad de organizarse en el mundo que nos rodea. Pueden tener dificultades para regular el nivel de alerta.
Teniendo en cuenta las dificultades que pueden presentar las personas con TEA, a la hora de intervenir con esta población, es importante tener estos aspectos en cuenta y realizar un perfil sensorial de cada uno, con el fin de poder maximizar la intervención y facilitarles la asimilación y comprensión de la información.
¿Cuáles son sus beneficios?
El perfil sensorial nos va a dar información sobre los puntos fuertes y desafíos del niño a nivel sensorial.
Ayuda a distinguir los factores que están influyendo en la conducta del niño en base a sus experiencias sensoriales a lo largo del día.
Es una ayuda para desarrollar estrategias de planificación e intervención con la finalidad de madurar la capacidad de integrar de forma organizada y efectiva los diferentes estímulos que se le presentan de forma simultánea.

¿Cómo impacta el trastorno sensorial en el autismo?
Cada vez adquiere más fuerza el postulado de que el autismo es un desorden sensorial de gran impacto. Ya que las áreas más afectadas en el autismo están fuertemente relacionadas con aspectos ligados al procesamiento sensorial. Se suele asociar un mayor impacto en el desorden sensorial con la severidad del autismo. Hoy sabemos que esto no tiene por qué ser siempre así, aunque el impacto obviamente va a condicionar muchas de las respuestas del niño. Sí podemos ver como a mayor cantidad e intensidad de sentidos afectados, mayores serán las dificultades de la niña o el niño, pero eso no significa que estos aspectos no pueden ser abordados y con una adecuada intervención, eliminados o atenuados.

Las estereotipias ¿porque?
A su vez, muchas estereotipias tienen un fuerte componente sensorial, se usan como un estabilizador o regulador, en algunos casos para controlar hiperestímulos, en otros -como los balanceos- para mejorar la sensación espacial o corporal. El caminar de puntillas es otra estereotipia que tiene mucho de sensorial, desde aspectos visuales a los vestibulares. Y en lo vestibular podemos ver también como niños hipersensibles a los estímulos vestibulares presentarán conductas de pavor hacia parques infantiles, tendrán problemas para bajar escaleras o lo harán siempre agarrados a las barandillas o de la mano de alguien. Y en el lado contrario estarán aquellos con hiposensibilidad vestibular, y buscarán por todos los medios un alto nivel de excitación, como por ejemplo girando sobre sí mismos, algunos de ellos con conductas tipo kamikaze.
A continuación 5 consejos:
Reconocer el problema: observa a tu hijo/a, eres quien mejor le conoce. Ponte en marcha cuantos antes para poder dotarle de los recursos que necesite.
Anticipa las crisis emocionales. Los padres deben aprender a identificar qué factores pueden desencadenar una posible sobreestimulación en su hijo/a; demasiados niños/as, luces, ruido...
Aprende a regular a tu hijo/a. Conoce qué sensaciones le calman, le tranquilizan. Con la ayuda de un especialista crea un espacio para la regulación en el hogar. Controla el entorno: organizar y estructurar el tiempo y el espacio ayuda a conservar la estabilidad. Para ello es recomendable el uso de apoyos visuales (si esta es la forma de procesamiento de tu hijo/a).
Céntrate en lo positivo. Señala lo que sí quieres que haga. Ayúdale a volver a la calma y después ofrécele sensaciones reguladoras: un abrazo, mecerse, su manta favorita...
Busca ayuda profesional. La capacitación familiar debe ser la base de cualquier programa de intervención. Es necesraio que cuentes con los especialistas pertinentes: terapeutas ocupacionales expertos en Integración Sensorial, logopedas, maestros/as, psicólogos/as... que puedan dar respuesta a tus preocupaciones diarias. Un equipo trandisciplinar dará respuestas globales teniendo en cuenta que cada familia es única y singular.

COMO DISEÑAR UNA DIETA SENSORIAL
No existen "recetas milagrosas", ya que hay que evaluar las características únicas de cada niño. Un Terapeuta Ocupacional debe evaluar el Perfil Sensorial del niño de forma cuidadosa para elaborar las dietas junto a las familias y los cualidades principales. Para realizar la evaluación contamos con diversas herramientas, pero el año pasado el Perfil Sensorial 2 de Dunn fue validado para población española. Esta herramienta, heredera del Perfil Sensorial (1999) realizado también por Dunn, permite comprender el Perfil Sensorial de niños desde el nacimiento hasta los 14 años y 11 meses en tres ambientes: en casa, en la escuela y en la comunidad. Consta de una serie de cuadernillos en función de la edad de los usuarios, otro específico para la escuela y versiones abreviadas (enlace).

Como siempre... debemos ser lógicos. El terapeuta ocupacional, los otros profesionales y la familia tienen que formar un equipo para determinar juntos las posibles adaptaciones a realizar. Por otro lado, no se trata de llenar la rutina del niño de actividades y "cacharritos" (recordemos que este es un enfoque ecológico), sino de analizar al niño, su contexto y a partir de ahí usar las herramientas disponibles para mejorar su autonomía. También es importante recordar que "lo que no está escrito no se ha hecho", por lo que vamos a registrar las adaptaciones que realicemos para comprobar su eficacia. Si tras unos días no vemos los resultados esperados, decidiremos si es necesario cambiar de estrategia/s.
Las estrategias que se incorporen, en algunos casos, necesitan ser enseñados al niño. Para ello recurriremos a apoyos visuales y a técnicas conductuales para ayudarle a comprender cómo puede usar el material o la modificación que se le propone. En otros casos, ni siquiera es necesaria una instrucción, ya que al satisfacerse la necesidad sensorial de forma tan natural, los niños las incorporan a su repertorio de conductas prácticamente de forma automática.

¿Cómo detectar aquello que está dificultando la participación adecuada del niño en las actividades de la vida diaria?
El perfil sensorial es una herramienta estandarizada muy útil que proporciona información sobre el niño en el contexto de la vida cotidiana. La información obtenida permite determinar, según las respuestas conductuales del niño, como el procesamiento sensorial favorece o dificulta la participación del niño en las actividades de la vida diaria, es decir, Nos permite examinar los estímulos que le resultan aversivos por ser hipersensible a ellos, cuáles favorecen su regulación y si hay estímulos que registra por debajo de lo normal.
Las áreas que se detallan en el perfil sensorial y donde se va a verificar en qué punto existe mayor dificultad para integrar adecuadamente son: la visual, táctil, auditiva, movimiento, conciencia corporal, oral, conducta, socio-emocional y atencional.

¿Pero qué es el Trastorno del Procesamiento Sensorial?
La Dra. Jean Ayres, terapeuta ocupacional estadounidense, fue la primera en describir un conjunto de conductas atípicas relacionadas con un procesamiento sensorial deficiente. Quien en 1972 definió la integración sensorial como "la organización de la información sensorial para su uso". Es un proceso neurológico que nos permite dar sentido a nuestro mundo, al recibir, registrar, modular, organizar e interpretar la información que llega a nuestro cerebro desde nuestros sentidos.
Ayres se basó en la hipótesis de que algunos niños tienen un déficit en la
integración sensorial que se manifiesta en las dificultades observadas en el
comportamiento intencional. Esta disfunción en la integración sensorial, puede
explicar por qué algunos niños tienen problemas para aprender nuevas
habilidades, para auto-organizarse, regular su atención, participar en las
actividades y juegos en la escuela o en experiencias sociales positivas.
Ayres,
y muchos que han seguido sus teoría, han trabajado para establecer la validez
de esta teoría a través de la investigación en ciencias clínicas y básicas.
El TPS es un trastorno complejo del cerebro que afecta la manera en que se experimentan las sensaciones (vista, sonido, tacto, olfato, gusto y movimiento) y su organización dentro de un comportamiento. Algunos niños con este trastorno se sienten bombardeados por la información sensorial y la evitan. Otros, al contrario, parece que no se dieran cuenta de los estímulos que los rodean y se muestran indiferentes.El procesamiento sensorial es un término utilizado principalmente por los terapeutas ocupacionales para describir a niños que tienen problemas para integrar diferentes tipos de información sensorial, tales como imágenes, sonidos, sabores y olores.

¿Cómo repercuten los problemas sensoriales de mi hijo/a en las rutinas diarias?
Los problemas sensoriales en el Autismo repercuten directamente en el aprendizaje así como en las rutinas de vida diaria, incidiendo en los hábitos de higiene como por ejemplo la ducha, cortar el pelo, vestirse o lavarse las manos y los dientes. Además de los problemas alimenticios o de sueño.
Es necesario, por tanto, tratar las dificultades sensoriales y además proporcionar estrategias en el hogar para que los niños/as alcancen un nivel óptimo de autonomía y de bienestar emocional.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo/a en sus problemas sensoriales?
Las familias tienen un papel fundamental en este sentido, y son las que más pueden ayudar a sus hijos/as. Con unos padres comprensivos que apoyan su desarrollo y respetan sus dificultades, el niño/a tendrá menos desafíos y será más feliz.

DIETA SENSORIAL
Una Dieta Sensorial no es una dieta alimentaria, sino un programa individualizado de actividades o de modificaciones ambientales que ayudan al niño con dificultades sensoriales a tener un mejor desempeño en los ambientes en los que interactúa: en casa, en el colegio, en el parque, en la supermercado, etcétera.
Estaría compuesta por una serie de actividades y/o modificaciones ambientales para mantener el sistema nervioso organizado dentro de las rutinas diaria del niño. Las actividades y/o modificaciones dentro de las dietas sensoriales pueden incluir:
- Actividades que ayuden al niño a estar en un nivel de alerta adecuado, introduciendo actividades tranquilizadoras para ayudarle si está excitado, u ofreciéndole actividades estimulantes, si el nivel de la alerta es muy bajo.
- Apoyos para que aprenda a reconocer su propio nivel de alerta y sea capaz de autorregularse proporcionándose estímulos adecuados. Las estrategias visuales son una gran estrategia para usar junto con estas estrategias. Os enlazo un artículo sobre maletines antiestrés para que os sirva de ejemplo.
- Modificaciones ambientales para mejorar la atención y el aprendizaje. Os pongo como ejemplo algunas modificaciones que se pueden realizar con respecto a los asientos.
- "Descansos sensoriales o motores": es decir, tiempos en los que el niño puede "parar" o descansar para autorregularse.
- "Refugios sensoriales": o lugares donde el niño puede ir a tranquilizarse cuando ha recibido demasiada estipulación y está reconociendo los signos de una sobrecarga.
* Importante: los apoyos visuales y las estrategias conductuales combinadas con las dietas sensoriales las hacen mucho más completas y efectivas.
¿Por qué usar una dieta sensorial?
Hay diversos objetivos por los que se puede decidir implementar una dieta sensorial Como ya hemos tratado en alguna ocasión, todos procesamos de forma diferente, unas personas necesitan más estimulación para producir una respuesta y a otras esa misma respuesta les puede resultar dañina. Hay personas a las que les molesta mucho el más mínimo olor, mientras que otras necesitan un olor muy intenso para darse cuenta del mismo. El problema surge cuando nuestra forma de procesar dificulta nuestras Actividades de la Vida Diaria. Así que estas dietas sensoriales pretenden ayudarnos a estar en la mejor disposición para afrontar distintas rutinas: la hora de la comida, ir al parque a jugar, lavarnos los dientes, ir al centro comercial, etc. También son una gran herramienta para ayudar a los niños a mejorar la atención, el aprendizaje y estar autorregulados.
Veamos un ejemplo. "Juan" es un niño que busca mucho movimiento. En el cole quieren que esté sentado mientras trabaja, pero al no dejarle moverse, su atención baja mucho. ¿Qué podemos hacer? Vamos a trabajar sobre esa situación. Tras evaluar, se decide poner un theraband en la silla del niño, para que pueda realizar movimientos con los pies que le ayuden a mantener la atención pero sin que se levante. Además le vamos a incorporar una economía de fichas en la cual vamos a reforzarle en intervalos de tiempo. Si cumple con lo pactado, tendrá un refuerzo.
